Si tus hijos no son muy pequeños, disfrutarán participando ellos mismos en el proceso de transformación de vuestro comedor o su dormitorio en un lugar sombrío y misterioso. Entre los detalles decorativos que no pueden faltar están las calaveras, brujas, telarañas, calabazas, murciélagos… 

Podéis fabricar una mansión del terror con envases de leche reciclados como nos propone Maggy Woodley en Choose Cartons, donde nos explica paso a paso, cómo construir una casa del terror, una manualidad genial y muy ecológica para hacer con los niños.

También podéis recortar simplemente siluetas de calabares, calabazas, murciélagos... y colgarlas por la casa. Os dejo unas que a mi me gustan mucho aquí

En cuanto a la iluminación, fabricar lámparas de Halloween con botes de cristal puede ser también muy divertido y ya de paso les das uso a esos botes de cristal vacíos que seguro que guardas "por sí acaso". En Oh So Savvy Mom puedes descargarte las plantillas de varios paisajes siniestros para  decorar tus lámparas de reciclaje. Si les das antes una mano de pintura traslúcida morada o naranja quedarán perfectas con una vela en su interior.
 
Puedes comprar pinturas de cara y preparar previamente algunas ideas para pintarles. Busca opciones que te resulten sencillas, ya que no todo el mundo tiene la misma mano, ni la misma creatividad. Acentuar las ojeras, o simular una brecha, puede bastar para caracterizar a los pequeños, que sin duda, de lo que más disfrutarán es pasar una tarde divertida.

 
Uno de los momentos que suele atraerles más es el de ir, casa por casa, tentando la suerte con el conocido “truco o trato”. Puede ser buena idea que hables antes con algunos vecinos del edificio para saber en qué medida quieren colaborar con la fiesta.

Y respecto al menú de la velada, todo depende del tiempo que tengas para implicarte en el asunto. Hay muchos dulces y bebidas relacionadas con la temática en prácticamente todas las tiendas de alimentación, pero si quieres hacer algo original, te proponemos que te lances a hacer momias terroríficas o que eche un vistazo a las siguientes ideas que te doy más abajo. No te arrepentirás.

Respecto al atuendo, mi consejo es que juegues más con accesorios que con disfraces completos, ofrece más versatilidad y fomenta la creatividad de los niños. Puedes preparar una caja con telas, gorros, caretas y capas y proponer a los niños que dediquen un rato a disfrazarse, en lugar de pedir que vengan disfrazados.

Es importante tener en cuenta que respecto a Halloween, los niños reaccionan de manera muy distinta. No a todos les gusta la estética y no todos quieren disfrazarse o pintarse la cara. Respeta la decisión de los niños, sea cual sea.

Si los niños tienen más de 9 ó 10 años, la fiesta de Halloween ofrece una ocasión estupenda para profundizar en el origen de esta fiesta, que tiene que ver con tradiciones religiosas, paganas y en la parte más estética con las aportaciones de países concretos.


Por último, y en cuanto a las RECETAS TERRORÍFICAS, toma nota: la mayoría de los materiales para hacer estas recetas de Halloween y chuches las tienes en casa. A veces, menos es más.


El chupachup fantasma: Debbie Chapman, autora del blog One Little Project, propone unos fantasmagóricos chupachups. Un chupachup, un pañuelo de papel, unos lacitos negros y naranjas y... listo. Solo tiene que acordarte de pintar los ojitos con rotulador negro.

Plátanos terroríficos: otros fantasmitas muy fáciles de hacer y muy saludables, porque son un plátano: lo único que hay que hacer es pintar ojos y boca con un rotulador negro en la cáscara. Aunque no te guste Halloween, ¿te resistirás a hacer la prueba para el almuerzo de tu peque? Esta es una idea de Jessica Lea Dunn, autora del blog A Designer Life. Lo mismo puedes hacer con huevos y mandarinas.
Por otro lado y en relación con esto, os dejo aquí otra idea con mandarinas peladas, con un trocito de apio o una gominola verde que haga de rabito para que parezcan calabazas, y también con plátanos pelados, cortados por la mitad y decorados con grajeas de chocolate para hacer las caritas. 

Calaveras de palomitas de maíz: un fantástico sustituto o complemento de la clásica bolsa de chuches. Se pintan las caritas en bolsas de sándwiches y se rellenan de palomitas. Dos círculos, un triángulo, y una línea gruesa horizontal cruzada por pequeñas rayitas verticales para la boca. Un detalle para repetir cualquier tarde de cine con los peques podéis ver esta idea aquí 

Manos de chuches: una versión más creepy de la clásica bolsa de chuches, confeccionada con guantes de plástico de los que se usan en los supermercados para no tocar la fruta con las manos. Lo más importante es meter gominolas grandes del mismo color en primer lugar en cada dedo, para hacer las uñas. La idea nos lo propone Kitchen Tips and Treasures 

Pastel con cuchillo: un bizcocho terrorífico muy fácil de hacer. Solo tienes que extender mermelada de fresa o de frambuesa sobre un bizcocho de chocolate o bizcocho normal, dejando que resbale por los bordes, y clavar un cuchillo de cocina en el centro. Eso sí, necesitarás poner una base gordita debajo de la bandeja para que el cuchillo no se mueva. Es una idea de Heather, una amante de la comfort food que escribe el blog Sugar Dish Me

Arañas con galletas oreo: en el blog Directo al paladar nos explican de una manera muy fácil y divertida como elaborar estas arañas simplemente con galletas oreo, regaliz negro y ojos de caramelo.
 
Pizza momia: la base de estas minipizzas puede ser masa de pizza o, si el tiempo apremia, pan de sándwich que no es necesario hornear. Una base de salsa de tomate, tiras de queso en lonchas para las vendas de la momia y unas aceitunas negras cortadas con gracia para dibujar la cara. Una receta de Amber, la mamá bloguera que escribe Dessert Now, Dinner Later.